¿Alguna vez has sentido picazón, enrojecimiento o ardor después de ponerte unos aretes? Si te ha pasado, probablemente se trate de una reacción alérgica al níquel, un metal muy común en la bisutería. Este tipo de molestia tiene nombre: eccema alérgico de contacto. Y sí, es tan incómodo como suena.
Pero no te preocupes. Aquí te contamos cómo evitarlo para que puedas usar pendientes con total tranquilidad y sin renunciar al estilo.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia a los pendientes?
La mayoría de las personas que la han vivido la reconocen de inmediato: empieza con picazón, enrojecimiento y sensibilidad en la zona. En casos más intensos, puede haber inflamación, costras o incluso pequeñas heridas con secreción. Y todo esto justo donde tú solo querías llevar una joya bonita.
Esta reacción se da principalmente por el contacto directo con metales que contienen níquel, un componente presente en muchos accesorios de fantasía. Por eso, si notas alguna molestia, lo mejor es retirar los pendientes de inmediato y dejar descansar la piel.
Entonces… ¿qué pendientes sí puedo usar?
La clave está en elegir materiales que sean seguros para tu piel. Algunos de los más recomendados son:
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Acero inoxidable 316L (también conocido como acero quirúrgico): resistente, duradero y libre de níquel.
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Plata de ley 925: elegante, atemporal y perfecta para pieles sensibles.
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Oro de 14k o 18k: un clásico que, además de ser hermoso, es mucho más amable con tu piel.
Evita siempre la bisutería si vas a la playa, haces ejercicio o sudas mucho. La humedad potencia las reacciones alérgicas y puede empeorar el problema.
¿La buena noticia?
No tienes que sacrificar el diseño ni tu estilo para cuidar tu piel. En Carte trabajamos con materiales como acero inoxidable y plata, pensados para durar, resistir el uso diario y, sobre todo, hacerte sentir bien.
Descubre nuestras piezas favoritas para uso diario (sí, esas que no te vas a querer quitar) y dile adiós definitivo a las alergias.
